De camino a casa después de pasar un gran día con mis amigos, al mirar hacia el cielo allí está la luna, tan bonita, no puedo evitar quedarme embobada mirándola. El eco de las conversaciones de mis amigos queda como lejano, como si de pronto hablaran de idioteces, y yo solo puedo pensar en lo bonita que está la luna. ¿Es que los demás no lo notan?¿Ellos no sienten la necesidad de quedarse mirándola? Realmente ya no me importa que la miren o no, todo a mi alrededor pierde todo su sentido, y me siento como fuera de lugar hasta que una amiga se queja de que no la estoy escuchando, y tenía razón, me llama empanada, así que le pido disculpas y le pido que me repita lo que estaba diciendo, supongo que no para todo el mundo la luna llena en todo su esplendor es un espectáculo interesante.
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